30 noviembre 2022

Dossier nº 6: Democracia y plutocracia

 (Dossier coordinado por Montse, Manoli y Javier)

DEMOCRACIA

En la antigua Grecia la palabra Democracia significaba “Demos” = Pueblo y “Kratos”=Poder (S.V a.C.) Era el gobierno del pueblo por el pueblo, que acudía a la Asamblea de ciudadanos para decidir los asuntos que les concernían. Sin embargo, estaba limitada a los ciudadanos libres, varones de más de 20 años de edad; ni esclavos, residentes, ni mujeres tenían derecho a voto.

La democracia moderna es un tipo de organización del Estado en el cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que confieren legitimidad a sus representantes. Todos los ciudadanos, representados por sufragio universal, son iguales ante la ley y esos mecanismos de participación confieren legitimidad a sus representantes.

Los valores que debe poseer una Democracia son igualdad, libertad, justicia y solidaridad. Y los mecanismos para lograrlos son: participación política, derechos fundamentales, pluralismo político, principio mayoritario, separación orgánica de funciones y representación política.

Un ejemplo de democracia directa es Suiza, sus habitantes tienen derecho a sufragio y a votar sobre asuntos concretos que les conciernen. Su Consejo Federal está formado por siete ministros que toman las decisiones por consenso. 

PREGUNTAS PARA EL DEBATE

¿Creéis que la democracia imperfecta que tenemos en España es la mejor forma de gobierno? ¿Qué consideráis que debería cambiar?

¿Veis factible una democracia participativa en la toma de decisiones mediante votación como en Suiza?

¿Qué opináis sobre un Estado Federal en España, con unos representantes de las comunidades autónomas formando un Consejo Federal, sin tantos parlamentarios como hay actualmente, ni Senado? ¿Lo veis posible? 

Bibliografía:

ROBERT A. DAHL, La democracia, Barcelona, ed. Ariel

STEVEN LEVITSKY y DANIEL ZIBLATT, Cómo mueren las democracias, Barcelona, Ariel. PLUTOCRACIA

Plutocracia viene del griego “ploutos”= riqueza y de “kratos”=poder. Es una forma de Oligarquía en que el gobierno de una sociedad está formado por unos pocos que tienen algún rasgo especial, como dinero, herencia de nobleza, etnia… La aristocracia sería el gobierno también de unos pocos, pero en este caso de los mejores, independientemente de su herencia, dinero, puesto social… Aunque hoy hablamos de aristocracia como los descendientes de los nobles de la Edad Media.

En el mundo moderno de las democracias liberales hay grupos empresariales que ejercen una influencia desmedida en el poder político (control de los medios de comunicación, financiación irregular de partidos que crean clientelismo político, las Cámaras de Comercio que gastan en publicidad sobre temas puntuales, etc.) En EEUU impulsan campañas políticas con grandes sumas de dinero; en España podríamos poner como ejemplo los grupos Prisa o la Conferencia Episcopal Española.

OLIGARQUÍA

La oligarquía consiste en el poder político del Estado por una minoría que puede ser élite política, económica, étnica o similar.

Para el periódico Granma de marzo de 2018, órgano oficial del Comité central del Partido Comunista de Cuba: EEUU es una oligarquía, no una democracia: “El gobierno de los ricos por los ricos y para los ricos”, en vez del “gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, como dijo Abraham Lincoln. En 2017 el 5% de hogares norteamericanos poseían el 62,5% de todos los bienes del país, el poder en manos de una oligarquía de pocas personas que comparten la misma clase social, dinero oscuro (Dark Money) que domina el sistema político.

La diferencia se basa en que el grupo gobernante en una oligarquía pueden ser nobles, religiosos, élites académicas, militares, personas ricas, etc. (minoría privilegiada). Y en una plutocracia es solamente gente con dinero que puede prevenir de sus esfuerzos y logros por la labor en su propio negocio, sin intervención de entidades públicas (minoría rica). Comentarios de diversos personajes sobre plutocracia

José Saramago.-“Vivimos en una plutocracia, un gobierno de los ricos, cuando éstos, proporcionalmente al lugar que ocupan en la sociedad, deberían estar representados por una minoría en el poder. No hay actualmente ningún país del mundo que viva verdaderamente en democracia.” Página 12. Diario de Rosario

Bernard Shaw.- “La democracia no existe, es un embuste, y la plutocracia es real. Ya no se compra la democracia: se la embauca Lo característico hoy es el debilitamiento es real”. Le Monde Diplomatique.

George Steiner.- “Un capitalismo humanizado, socializado, ha regido esporádicamente en singularidades tan bucólicas como Escandinavia y Suiza. Pero en las democracias pluralistas, maduras, el imperio es del dinero. En el sentido propio y neutral del término, las relaciones de poder son las de una plutocracia más o menos disfrazada. El dinero se regocija en su grosera omnipotencia y se filtra en cada grieta de la existencia pública y privada”. Algunos textos:

1. Usted vive en un país en donde el dinero «permite que ricos y poderosos grupos de interés influencien las elecciones y dominen el proceso legislativo». Usted vive en un país en donde, además, todo lo que la gente realiza por medio de un artefacto electrónico que está conectado a la red de Internet está siendo, con y sin órdenes judiciales, vigilado por varias agencias de inteligencia. Y no puede olvidar, asimismo, que usted vive en un país en donde existe una estrecha relación entre el poder financiero y los principales medios de comunicación. De hecho, los principales medios de comunicación –la inmensa mayoría– son propiedad de personas que están estrechamente relacionadas con el poder financiero. Cabe indicar que esa estrecha relación entre el poder financiero y los medios de comunicación, permite que el soberano (el poder financiero) tenga la poderosa capacidad de «formar las percepciones y opiniones en la sociedad.» Por eso se puede sostener que el poder financiero y sus principales medios de comunicación, por así decirlo, son los pastores de ese gran ganado llamado el pueblo. Por tanto, si usted vive en un país como el descrito usted no puede expresar ni sostener que usted vive en una democracia. No olvide, aunque escuche a sus favoritos demagogos hablando sobre las supuestas maravillas de la democracia antes descrita, que la “democracia se ha convertido en un instrumento de dominio del poder económico y no tiene ninguna capacidad de controlar los abusos de este poder”. (Leandry-Vega, Ismael. El soberano es el poder financiero, no el pueblo; p. 15. Edición de Kindle).

2. Todo país, en especial todo país que juegue a la democracia capitalista y neoliberal, puede ser reducido a la condición de esclavo endeudado por medio del dinero que le presta el omnipotente poder financiero. Cuando eso ocurre: (1) el dueño de ese endeudado país es el poder financiero; y (2) el mencionado país deja de ser un país libre y se convierte en siervo del poder financiero. Digo eso ya que, aunque se disfruten de varias libertades civiles, la realidad enseña que un país que no sea «económicamente libre» no puede decir que es libre. Y la gente que vive en un país que está encadenado por los intereses, los préstamos, las inversiones, las deudas y los planes del poder financiero, pierde la capacidad para poder decir que es el soberano dentro de su quebrado y dizque democrático país (Leandry-Vega, Ismael. El soberano es el poder financiero, no el pueblo, (p. 25). Edición de Kindle).

3. El omnipotente poder financiero, la élite suprema a nivel mundial: (1) hace negocios con los dueños de los medios de comunicación; (2) tiene medios de comunicación; (3) hace todo lo posible para no arrojar tanta luz sobre sus propias acciones; (4) contrata a personas brillantes, frías y educadas; y (5) ha unificado al poder económico, al poder comercial, al poder empresarial y, sobre todo, a la prensa. Además, el poder financiero se ha tragado a los poderes públicos. Es por eso que, pese a quien pese, el próspero poder financiero es –y seguirá siendo de esa manera– el más duro que habla en este valle de sufrimientos infinitos. Y es por eso que, además, los cerebros humanos (la mayoría) están contaminados con las ideas e interpretaciones de la realidad de esa gran élite que tienen el control del poder económico, de las producciones cinematográficas y de los principales medios de comunicación. (Leandry-Vega, Ismael. El soberano es el poder financiero, no el pueblo (p. 30). Edición de Kindle).

4. Se sabe, desde hace mucho tiempo, que «la gran mayoría de los seres humanos está constituida de tal forma que no puede, siguiendo su naturaleza, tomarse nada en serio salvo comer, beber y reproducirse.» Debido a eso, es inconcebible pensar que la chusma podría tener la capacidad intelectual para apropiadamente gobernar. Por eso no es tan malo que exista un supremo poder financiero que, por estar por encima de los poderes políticos, meta sus manos de oro, hierro y sangre a la hora de seleccionar altos funcionarios, ministros y jefes de Gobierno. Por medio de ese supremo y permanente poder, que también comete atrocidades, se le da algo de estabilidad al mundo. Si se dejara que la chusma impusiera su voluntad en todos los asuntos del mundo, el caos mundial sería mayor y seguramente no pasaría mucho tiempo para que un «plebe-jefe» de Gobierno irracionalmente seleccionado por la odiosa chusma, que seguramente sería una persona sacada de las listas de los artistas, juglares, deportistas, cocineros y presentadores de televisión más famosos, apretara el botón de las bombas químicas y nucleares. En fin, aunque el poder financiero –el soberano– no es un santo, la realidad es que dejarle el destino del mundo a la chusma y a sus grandiosas «chusma-ideas» sería un asunto catastrófico. Cuando uno mira lo que ocurre dentro de la sociedad, al igual que dentro de ese paraíso de pedófilos llamado la inmunda iglesia católica, lo que uno encuentra son grandes dosis de «hedonismo», necedad, envidia, habladuría, «consumismo», «superficialidad», «insolidaridad» «banalidad» y «corrupción.» (Leandry-Vega, Ismael. El soberano es el poder financiero, no el pueblo, Edición de Kindle, p. 37). 

Bibliografía

MANOLO MONEREO, Oligarquía o democracia. España, nuestro futuro, Ed. Viejo topo.

DENES MARTOS, La plutocracia. El control del Estado por el dinero, Buenos Aires, Ed. Alan Plata 2000.

PREGUNTAS PARA EL DEBATE

España, en teoría demócrata, ¿por qué o quiénes está más influenciada?

¿España es una plutocracia?

Hacia dónde nos encaminamos si se accede a un gobierno de extrema derecha como en Italia, ¿cuáles serían las consecuencias?

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